Esa noche, el 3 de enero del 2023, fue un claro ejemplo de esa frase que siempre te dicen cuando estás atravesando algo complicado... "vas a ver que en un año vas a recordar este día y te vas a reír y recordarás que ya todo quedó atrás". Y así fue.
Retrocedamos en el tiempo solo por un momento para que recordemos juntos por última vez. La historia comenzó en realidad el 2 de enero del 2022, cuando Facebook me contaba que mi pareja, con quien acaba de celebrar 2 años de relación, tenía otra relación y de más duración que la nuestra. Cuento corto: yo era la otra. Decir que me rompí es quedarme corta de palabras, ilusiones innumerables evaporadas, planes truncos y un departamento para comenzar una historia en pareja, pero yo estaba sola. Un amigo llegó al rescate y se quedó toda la noche sin dormir acompañándome...
La mañana del 3 de enero fue... no consigo aún la palabra para describirla... tal vez, ¿MISERABLE? Ese día regresaba de unas largas vacaciones así que tenía que retomar el trabajo, pero cómo hacerlo, ¡no se podía! No había dormido ni comido, los ojos reventados, no dejaba de llorar, ataques de ansiedad cada hora... Y eso me hace filosofar sobre que siempre pienso que la frase "gracias a Dios pasó tal cosa" es incorrecta, porque creo que uno consigue las cosas gracias a que hace algo para conseguirlo. Entonces, para mí, la forma correcta de pensar es que, claro yo hago algo, pero Dios pone a las personas correctas en tu vida para que, con tus actos, logres lo que quieres. Y así fue, porque en ese momento mi compañeros de trabajo se volvieron parte de mi salvación; se repartieron mis pendientes, me ofrecieron su tiempo para conversar, me visitaron... Mi jefecito solo me dijo por teléfono desconéctate, olvídate del trabajo, cuida de ti y si necesitas que vayamos cuando ese huevón saque sus cosas, ahí estaremos. (Sí, gracias Diosito).
Para el segundo turno de cuidados llegaron mi sobrina Alejandra y mi mejor amiga Evelyn, prácticamente a sacarme de la cama, alimentarme y ordenar mi casa que era un caos. Esto parecía un velorio, ¿saben? Cada que alguien llegaba me abrazaba y me decía lo siento mucho. Ellas me escucharon por horas y me acompañaron a esperar que llegara el susodicho que, para esto, no tenía ni idea de que yo ya me había enterado porque no me contestaba el celular y solo por mensajes dijo que iba en la noche a la casa. ¿Se imaginan cómo fue esa espera? Y como la espera desespera... ahí salió la frase de Evelyn: "vas a ver que en un año vas a recordar este día y te vas a reír y recordarás que ya todo quedó atrás"... Y yo lloraba y le decía que no, que cómo, que era imposible...
Los voy a dejar con el suspenso de qué pasó después, pero para hacer el cuento más corto aún, a la semana me enteré que había una TERCERA PERSONA y bueno, lo dejo ahí no más.
Regresemos al martes 3 de enero del 2023, hace exactamente 3 semanas... "¿Te digo algo? Me gustas mucho"... ¡GRACIAS, DIOSITO! JAJAJAJAJAJAJA Ese día tuve una conversación muy reveladora, madura y decisiva. Desde ese día, que parece hace tan poco, cambiaron muchas cosas para bien; empecé a entender sentimientos nuevos, sensaciones distintas, bonitas... sinceras...
Cuando nos despedimos y cerré la puerta, floté hasta mi cama y me dejé caer con la sonrisa más gigante que había expresado en mucho tiempo y mientras recordaba ese primer besito inocente, entré a WhatsApp para contarle todo a Evelyn -OBVIAMENTE- y lo primero que dije fue Amiga, tenías razón. Esta vez, mi año comenzó con el corazón en calma y listo para acelerarse. Gracias, Diosito.